Los investigadores japoneses Masakazu Morimoto y Masahiro Irie han demostrado la posibilidad de convertir energía luminosa en movimiento de una forma práctica.
Se demuestra como un cristal en forma de aguja (de unos milímetros de longitud y unas decenas de micras de ancho) se comba conforme es iluminado con luz ultravioleta (UV) y vuelve a su estado con luz visible. El combado dura al menos una hora, se puede repetir hasta 250 veces y es capaz de levantar un bola metálica con un peso entre 200 y 600 veces mayor que el del cristal.
El cristal está compuesto de un derivado fotocromático del diarileteno [1,2-bis(2-metil-5-(1-naftil)-3-tienil) perfluorociclopenteno (1o) y perfluoronaftaleno (FN)]. Se han utilizado cristales de
1o·FN con una longitud de 1 a 5 mm y presentan esfuerzos máximos bajo irradiación ultravioleta de 44 MPa, 100 veces mayores que los del os músculos (~0’3 MPa), comparables a los de los cristales piezoeléctricos. Este efecto fotomecánico tiene potenciales aplicaciones en la construcción de micromáquinas, aparatos de manipulación celular, etc.
El artículo técnico es Masakazu Morimoto, Masahiro Irie, “
A Diarylethene Cocrystal that Converts Light into Mechanical Work,” J. Am. Chem. Soc. 132: 14172–14178, September 21, 2010.
Referencia
basica primera segunda
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