sábado, 8 de septiembre de 2012

Grúa aprovechando el efecto fotomecánico

Los investigadores japoneses Masakazu Morimoto y Masahiro Irie han demostrado la posibilidad de convertir energía luminosa en movimiento de una forma práctica.
Se demuestra como un cristal en forma de aguja (de unos milímetros de longitud y unas decenas de micras de ancho) se comba conforme es iluminado con luz ultravioleta (UV) y vuelve a su estado con luz visible. El combado dura al menos una hora, se puede repetir hasta 250 veces y es capaz de levantar un bola metálica con un peso entre 200 y 600 veces mayor que el del cristal. El cristal está compuesto de un derivado fotocromático del diarileteno [1,2-bis(2-metil-5-(1-naftil)-3-tienil) perfluorociclopenteno (1o) y perfluoronaftaleno (FN)]. Se han utilizado cristales de 1o·FN con una longitud de 1 a 5 mm y presentan esfuerzos máximos bajo irradiación ultravioleta de 44 MPa, 100 veces mayores que los del os músculos (~0’3 MPa), comparables a los de los cristales piezoeléctricos. Este efecto fotomecánico tiene potenciales aplicaciones en la construcción de micromáquinas, aparatos de manipulación celular, etc.
El artículo técnico es Masakazu Morimoto, Masahiro Irie, “A Diarylethene Cocrystal that Converts Light into Mechanical Work,” J. Am. Chem. Soc. 132:  14172–14178, September 21, 2010.

http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/ja105356w

http://francisthemulenews.files.wordpress.com/2010/10/dibujo20101010_molecular_conformational_change_after_uv_irradiance_explaining_crystal_bending.jpg
 Referencia  basica  primera  segunda 

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